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jueves, 13 de enero de 2011

EL PLANETA DE LAS VOCACIONES

Yo nunca he sabido lo que quería ser de mayor. De hecho creo que no quería ser nada, es decir, nunca he tenido una vocación clara y tampoco recuerdo que nadie me preguntara de niña lo que quería ser cuando creciera. Probablemente si lo hubiesen hecho, ya cuando era un poquito mas mayor, no cuando eres una niña que quieres ser princesa o bailarina o futbolista, me refiero cuando llegas a esa edad en la que tienes que ir pensando en lo que quieres estudiar, cual va a ser tu profesion...yo nunca lo supe.
Por eso con 18 años me puse a currar, porque ya que un día u otro tendría que hacerlo, pues cuanto antes mejor, total, en esa época estaba claro que de los estudios por entonces no iba a sacar nada, así que mi padre que era un tío templao de los de antes, me dijo eso de que si no quieres estudiar yo no te voy a obligar, pero aquí a la sopa boba no vas a estar, así que me puse a currar y dejé que la vida me fuese llevando.
Lo que sí que recuerdo es que aprendí a leer muy rápido, ya en lo que hoy no se ni como se llama y que antes era preescolar, vamos, que ibas con 3 ó 4 años, yo leía los textos ( supongo que serían cuentos, ya no me acuerdo) de corrido sin apenas equivocarme y mucho menos atrancarme.
Cuando ya estaba en lo que entonces era la EGB, no se si en séptimo u octavo, teniamos un libro de lectura entre los de texto que se llamaba SENDA, al SENDA, le debo yo mi gusto por la lectura, recuerdo que era un libro marrón que estaba compuesto por pequeños trozos de texto correspondientes a libros, el trozo siempre te dejaba en ascuas ( a mi por lo menos) y con ganas de conseguir el libro entero y leerme más...que buena idea la del SENDA!!
Tambien recuerdo mi capacidad para inventarme historias, de hecho cuando era pequeñita, me quedaba muchas veces en casa de mi abuela a pasar un par de días, ésta tenía una vecina que se llamaba Camila, y cuando subía a ver a mi abuela y a cotillear un poco con ella, salía yo toda repelente a saludar y me decia:
- Hola hija ¿que haces con la abuela?
Y yo le contaba que ibamos a poner la lavadora, que la lavadora se llamaba Petra y que se comía la ropa, el agujero era la boca y la abuela tenía que echarle cada cierto tiempo un monton de ropa para que se la comiera y así no se terminara comiendo a mi abuela y a mis tios..esa o cualquier otra historia semejante.
Y la tal Camila se moría de risa y le decía a mi abuela con la mano en la boca como hacen las mujeres:
- ooooy Ramooonaa, que lista que es el mico este, esta sabe mas que el hambre...anda, cuentame de la plancha hija...
Y así se pasaba la mujer la tarde.
Luego escribí algunos cuentos cortos, en el colegio saqué dos dieces con dos redacciones y las leyó el profesor en voz alta y todo, y a veces, cuando ya era adolescente y nos gustaban este o aquel cantante, me sentaba con mis amigas y les escribía historias que bien podrían pasar ahora por culebrones, en las que ella y el cantante en cuestión, eran los protagonistas.
Nunca he dejado la escritura, por eso siempre he participado en foros, redes sociales, chats y demas herramientas que me han permitido desarrollar este hobby, y en el trabajo me gustaba tambien participar activamente en la parte del material escrito.
Durante un tiempo, con todos los cambios que he tenido que afrontar, digerir, aceptar y procesar, había dejado de lado esta aficcion, que, de un tiempo a esta parte he vuelto a retomar con mas fuerza.
He decidido lanzarme, creo firmemente que la escritura como forma de comunicación es poderosísima y terapeutica, y como uno debe dar salida a lo que tiene dentro y, por qué no, tentar a la suerte, estoy escribiendo para una serie de concursos en los que me he decidido a participar a través de la escuela de escritores y otrás páginas que frecuento, de hecho, ya he presentado dos textos a dos concursos y estoy trabajando en otro que presentaré en breve, seguramente pase sin pena ni gloria, pero a mi me gusta y  me divierte y eso es lo importante.
¿Vocación tardía? no lo sé, estoy descubriendo tantas cosas sobre mi ultimamente que todo me parece posible.
Ahora os comento una receta simple con pollo:
Vas al supermercado y te compras un pollo entero y limpio, en casa y armada de tabla y un buen cuchillo separas los cuartos y las alas, los guardas para asar o guisar, retiras la piel y sacas las pechugas, dos opciones, o las guardas enteras o las haces filetes ( como veis, con esto ya tenemos para dos platos mas).
Con la carcasa, lo que es el esqueleto del pollo, al que hemos procurado dejarle un poco de carnecita, hacemos un caldo, poniendolo en la olla como todos sabemos, con verduras y huesos que den sabor.
Una vez tenemos el caldo colado, cogemos la carcasa y le quitamos toda la carne cocida que tiene pegada, esa carne nos puede servir para varias cosas, o bien hacemos croquetas, o canelones, o como yo, la picamos bien con lechuga, cebollita, patata cocida, aceitunas, piña y todo lo que se nos ocurra bien bien picado y aliñamos como mas nos guste, y así tenemos ensalada de pollo!.
¿ A que nos ha cundido el pollastre?

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