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domingo, 1 de mayo de 2011

Fin de semana de eventos

Este fin de semana en el que coinciden el fin del mes de Abril y el comienzo del mes de las flores, de María y de un montón de cosas más, está siendo movidito en cuanto a actividades diversas y para todos los gustos. Lo importante es que nadie se aburra, por eso, y por extraños caprichos de calendario, se han acumulado un montón de eventos mas o menos afortunados.

El viernes tuvimos la boda real inglesa, que propiamente dicha, a la mayoría de los mortales nos la trae al pairo, por mucho que los datos de audiencia, como de costumbre, desmientan tal afirmación.

Yo reconozco que aunque por razones logísticas evidentes no vi la retransmisión en directo, duraba cuatro horas y una tiene cosas que hacer, no tengo ningún problema en admitir que he visto después las imágenes y los modelitos, y también los detalles de los menuses que degustaron los regios invitados, la curiosidad me puede y confieso, que la descabellada estética de los royal brittish así como su ausencia de sentido del ridículo, me fascina.

Resulta chocante, por ejemplo y sobre todo en los ejemplares mas mayores de la familia, el contraste entre sus modales absolutamente estirados que hacen de ellos personas poco simpáticas e impopulares y las mejillas coloradotas que lucen, señal desde mi punto de vista, inequívoca, de que la mayoría de ellos le pegan al frasco con frecuencia, seguramente a solas y probablemente para paliar la evidente falta de afecto entre ellos y lo insoportablemente encorsetadas que están sus relaciones, lo que ha creado a lo largo de sus vidas, un montón de historias de amores desgraciados y traumas infantiles arrastrados durante años y que a veces, han terminado desencadenando verdaderos dramas .

También me maravilla el tema del vestuario en las celebraciones mas pomposas, como por ejemplo la del viernes. Yo creo que la falta de gusto de esta gente viene dada por el clima inestable que padecen. Como tan pronto llueve como sale el sol, acaban mezclando un impermeable con unas sandalias de tiras, o una falda de flores con un jersey de cuello vuelto, estas mezclas perpetradas durante años y años, han dado lugar a ese estilo inglés tan inconfundible, que hace de la ausencia de gusto y de complejos una bandera.


De este modo podemos ver a ancianas vestidas de chillones colores fucsias y verdes manzana, acompañados de sombreros, guantes y zapatos ortopédicos impagables.

O a jovencitas como las hijas de Sarah Fergusson que, tengo que pensar por su bien, que no tienen espejos en su casa, a la diseñadora de sus vestidos y sombreros habría que desterrarla de Gran Bretaña.


Se salva de la quema de las señoras Victoria Beckham, que al estar embarazada de 6 meses, ha puesto un poco de carne en sus huesecillos y estaba muy guapa.


 
Los hombres tampoco se quedan atrás, ya que, no entiendo muy bien por qué, tienden a vestirse de soldaditos de plomo, unos de rojo y otros de azul marino, según, pero todos están igual de ridículos.

En el menú, parece que se sirvió un bufé de exquisiteces inglesas, a saber: rollo de salmón ahumado, crepés de hierbas y hojaldres de mini salchichas, entre otras delicias. Al parecer, habían calculado 15 canapés por persona, ignoro la forma en la que llevarían la cuenta los camareros de cuantos se comía cada cual, al final pasaría como en las bodas bufé de todos los mortales, que unos se ponen las botas y otros siempre llegan a la bandeja cuando ésta ya está vacía, seguro que los teléfonos de un montón de países echaban humo al día siguiente criticando que algunos invitados se quedaron a dos velas.

Pero dejando a un lado la boda, éste fin de semana también hemos tenido fútbol, como no, sobre esto no me pronuncio ya que no despierta ni mi interés ni mi imaginación así que, como hay gente que le gusta y para la que es importante, me limito a constatar el hecho, sin más.

Y hoy domingo, tenemos la agenda a tope. Primero es el día de la madre, felicitaciones a todas ellas incluyendo a la mía, y también es el día del trabajo. Yo reconozco que no hay mejor ocasión que la de hoy con la situación de desempleo que vivimos, para salir a la calle a manifestarse por un empleo digno y por el derecho al trabajo, pero yo, mientras los sindicatos no cambien, me niego a asistir, es una cuestión de principios.

También, tal día como hoy, resulta que beatifican a Juan Pablo II. Hay muchas cosas que me alejan ya de la iglesia católica y el tema de las beatificaciones y santificaciones es una de ellas. Dice la frase que no hay mayor crédulo que el que necesita creer y los católicos, tienen una gran capacidad para creer en aquello que les conviene. Resulta que para beatificar al susodicho, entre otros milagros sale una monja diciendo que le curó el Parkinson, ya que ella le pidió que intercediera por su enfermedad ante Dios y a los dos meses estaba curada. Resulta que Juan Pablo II te quiere todo el mundo, tenía Parkinson ¿por qué no se curó él mismo? Y si era tan bueno y milagroso ¿por qué no hizo algo efectivo por los demás aparte de rezar en latín y largarse de viaje cada dos por tres obligando a los países a gastarse un pastón en váteres para recibirle?.

Lamentablemente y como todos sabemos, los milagros no existen y tampoco los santos, sólo existen las personas mas o menos buenas pero esas, desde mi punto de vista, no están en el Vaticano, como por ejemplo, Vicente Ferrer.

Repasados ya, todos los eventos destacables, desearos que paséis un feliz día de la madre, yo me voy a comprar el Hola especial de la boda para ver todos los detalles.

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