Así escrito, el título parece que está pensado para meter
miedo y nada más lejos de la realidad. Los reyes ya meten miedo por sí solos.
Miedo, sobre todo, al nuevo atracón que se avecina, producto de una especie de
síndrome de Estocolmo que nos obliga a atiborrarnos hasta el último día de las
navidades para estirarlas un poco mas.
Debe ser porque en el fondo a lo que tiene miedo el ser humano no es a
la muerte, ni a quedarse en el paro, ni a abrir la mampara de la ducha en pelotas
para coger una toalla y encontrarte con Jorge Javier Vázquez y la Pantoja, que
ya vienen siendo casi como Romina y Al bano pero en cutre. A lo que tiene miedo
el ser humano es a la incertidumbre, a lo desconocido, a no saber si el año que
viene podremos atracarnos a turrones. Por eso prolongamos la Navidad aunque nos
de cien patadas en el estómago, en una vano deseo de detener el tiempo.
Total que como ya nos hemos cebado, discutido y emborrachado
convenientemente en Nochebuena, hemos bailoteado, discutido, cebado nuevamente,
emborrachado y deseado montones de cursilerías sin el menor sonrojo en
Nochevieja, ahora toca hacerles los honores a los reyes.
Bien sabe dios (utilizando esa frase tan típica de las
abuelas nunca suficientemente recordadas) que si por mi fuera a sus majestades
les iban a dar mucho por donde amargan los pepinos, igual que al resto de las
fiestas navideñas, pero como al final no se puede, vuelvo a utilizar esa máxima
que tan bien me viene en ésta y otras ocasiones: si no puedes con tu enemigo,
únete a él.
Y heme aquí, durante toda esta semana pasada, centro
comercial para arriba, centro comercial para abajo, con un turbante de rey mago
figurado (yo es que soy del negro, negro forever para todo) y adquiriendo los
“juguetes” para los “niños” que me rodean.
No es que a mi me disguste ir de compras, noooo, lo que
pasa, aunque suene muy egoísta decirlo, es que a mi básicamente me gusta cuando
voy a comprar cosas para mi. Más que nada porque me conozco y se que me compre
lo que me compre voy a acertar conmigo.
Las compras de reyes para otras personas, sin embargo, me
producen estrés e incertidumbre: ¿le gustara? ¿se dará cuenta de que aunque es
de simple algodón y parece una camiseta sin importancia es de Custo? ¿sabrá
quien es Custo? Y lo más importante: aunque lo sepa ¿le importa un carajo? ¡Ay
dios mío! Tenía que haberme ido al H&M, que allí yo compro sobre seguro...
Cuando hay niños de por medio la cosa cambia, sobre todo con
las niñas; menudos paseos me he dado yo por los estantes de mis adoradas Nancy y
oye ¡cómo son las Nancy de ahora! supermodernas y llenas de complementos, cuando
yo era pequeña a lo mas fashion que llegaban era a tener un cesto de paja o unos
zuecos con pantalones vaqueros, claro que yo tuve una negra con el pelo afro
que era lo mas...¡Esos si que eran reyes!
Por la mañana las basuras llenas de cajas enormes de muñecas,
scalextric y madelmans y tu deseando irte a la calle a enseñaros todas las amigas
lo que os habían traído...
El caso es que al final creces y la cosa cambia un poco,
entregas, recoges, intercambias tickets regalo para los cambios que seguramente
se produzcan y venga, a meterse un buen trozo de roscón entre pecho y espalda.
Pero ya no vale un roscón cualquiera que esos no engordan ya lo suficiente,
ahora tienen que estar bien rellenos de nata, trufa, chocolate, crema o lo que
sea pero relleno y por si fuera poco, incluso hay quien se lo empuja con un
chocolate bien espeso...
Claro, luego lo que toca ya es cubrir la siguiente etapa: la cuesta de
Enero en todos los sentidos; el económico con rebajas incluidas y el corporal,
que es el único en el que has acabado el año con más de lo que tenías...kilos,
quiero decir, pero eso ya es otra historia...
jajaja, muy bueno! ánimo con esa cuesta de Enero.. eso no lo cuentas? :)
ResponderEliminarHola Marta! estoy en ello, gracias por tu comentario
ResponderEliminarEsta muy bien el blog, no lo conocía hasta ahora, me pasaré más a menudo a leerlo. Aprovecho para felicitarte el 2012, un saludo!!
ResponderEliminarGracias David y buenvenido! pásate cuando quiereas y espero que te diviertas.
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