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martes, 2 de noviembre de 2010

BUSCAR CONSUELO

Hoy en Madrid me ha sorprendido el sol despues de un fin de semana de frio. Un sol cálido, un sol agradable que no pica, ese sol de invierno al que da gusto estar, en ese lado de la calle donde daba el sol, los bares tenían a tope las terrazas, llenas de personas como yo, en busca del consuelo que proporciona el sol de otoño con la primera bajada fuerte de temperaturas.
Un señor leyendo el periódico, dos agüelillos con su gorra, apurando un café, una señora con un carrito.
Mas allá el bordillo del parque también a tope, varias personas de la tercera edad en grupo, charlando, dos adolescentes mirando dentro de una carpeta, una señora sola.
Al otro lado, las sombras, los escalofríos.
He pensado que el sol templado de otoño, es lo más parecido al contacto humano en determinadas ocasiones, proporciona consuelo, calor por dentro y por fuera, del que se necesite.
Y es verdad, el calor es consuelo, el calor es hogar, solo nos gusta el frio cuando tenemos la promesa del calor posterior.
Solo nos gusta mojarnos con la lluvia cuando sabemos que en el momento en que empecemos a estar mal, podremos entrar en casa, darnos una ducha caliente y ponernos secas y calentitas a mirar la lluvia por la ventana.
A nadie que yo conozca le gusta el frio mas que para un ratito, y eso es porque a nadie le gusta sufrir, digan lo que digan cuando sufrimos buscamos consuelo, y cuando tenemos frio buscamos el sol de otoño, el sol de invierno que nos de calor, que nos consuele.

Bueno, como hoy no estoy muy inspirada, no hay mas que leer lo de arriba, os paso una sencilla receta copiada del blog de un amigo " pecados del monaguillo", tiene una pinta deliciosa:


Ingredientes para la masa:
6 donuts
90 gr de mascarpone
Ralladura de naranja.

Trituramos los donuts con el accesorio picador de la batidora hasta obtener una especie de "grumitos".
Le añadimos el queso fresco y la ralladura de naranja.
Mezclamos todo bien con una espátula  ( o con la mano mismamente).
Dejamos en la nevera 1 hora para que tome cuerpo serrano. ( 15 minutos de congelador)



Cobertura:

250 gr de chocolate blanco ( ya que estamos, de calidad)
30 gr de chocolate negro

Fundimos el chocolate al baño maría.
Sacamos la masa del frigorífico o del congelador y  formamos bolitas pequeñas..
Las pinchamos con un alfiler (o palillo) y las pasamos por el chocolate blanco.
Las vamos dejando sobre un silpat y en cuanto endurezcan un poquito retiramos el alfiler ( deja menos "agujerito").
Una vez "cristalizado" del todo, fundimos la cobertura de chocolate negro y con ayuda de un cucurucho de papel vegetal o con una cucharilla " tiramos con avioneta" unos pequeños hilos de cobertura negra que ayudaran mucho en la presentación y a la hora de tapar "posibles anomalías".
Rizar el rizo:
1 lamina grande de obulato.

Si ya queréis ir de " me como el mundo aliñao" y quedaros con el personal, podéis comprar unas láminas de obulato , cortar rectángulos  de unos 4 x 2 cm y colocar la trufa encima.
Para el que no conozca este producto de la "linea adriá", decir que es una especie de  "papel finito" que desaparece al contacto con la humedad ( en este caso la saliva). ( lo que vendría a ser la cobertura roja de la cápsula del nolotil ( pero un poco mas fina aun)).

Ni que decir tiene que es un gustazo ver la cara que pone la gente al darse cuenta que te comes la trufa con papel y todo....... pero esto es una tontería  del todo prescindible y  lo verdaderamente importante es que el sabor en boca es totalmente un donut...

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