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martes, 14 de septiembre de 2010

INCOHERENCIAS...CONTRADICCIONES...ABSURDECES VARIAS....

Partamos de la base de que soy una persona bastante chorra, me encanta el anuncio del castor de mixta que está mirando a la pared y quiere que le pongan " pa la tele". Me parto la caja con esas chorradas, que le vamos a hacer, y encima les busco moraleja...
Recuerdo que hace un tiempo estuve dándole la vara a todos mis amigos con un video de una cantante, Paquita la del barrio, que se llamaba (ojo) " rata de dos patas", im-presionante.La letra no tenía desperdicio, pero es que el video ya era para morirse, la tal Paquita entradita en años, rodeada de mariachis y cantando: rrrrrrrrraaaaaaaaaata de dos paaaaaaaaaaaaatassssssssssssss....la bomba, os recomiendo encarecidamente que lo veais (http://www.youtube.com/watch?v=G03edz_1DmE).
El último en sumarse al top ten de mis adorados anuncios/videos/frikadas varias, es el del Renault clío, si, ese de un niño que se compra el coche porque la oferta es estupenda y luego resulta, que como tiene 4 años, sólo puede dedicarse a mirarlo y encenderle y apagarle las luces.
Y como ya os he dicho que a mi hasta los anuncios me hacen pensar, el slogan de éste último, me ha dado para cavilar, os cuento:
" Renault Clío, nuestra oferta es tan buena que primero te lo compras y luego lo piensas"
Justo lo que me pasa a mí, a saber:
El otro día estábamos con unos amigos y comentábamos los pros y los contras de vivir donde vivimos y donde nos gustaría en realidad vivir dentro de la ciudad y yo, comprando antes de pensar, dije:
- A mi donde me gustaría vivir es en el piso 35 de la torre Francia, en el ático - un pequeño paréntesis informativo, para los que no lo sepan, la torre Francia es el segundo rascacielos más alto de Valencia por detrás del hotel Hilton, tiene 35 pisos y desde el ático se ve TODA la ciudad.
Uno de nuestros amigos dice:
- Uy pues yo no, ahí estuve yo instalando un equipo y sopla un vendaval que no veas, además marea un poco la vista desde un sitio tan alto.
Yo entonces caí en que era el sitio ideal para mi, tengo un vértigo que me muero, me he quedado sin ver edificios emblemáticos y sus vistas por no subir al las alturas, y las escaleras estas ultramodernas con los escalones al aire no puedo subirlas literalmente, en cuanto al viento, cuando hay tormenta y sopla, prefiero tirar el paraguas y empaparme, a ir con él abierto y que se me de la vuelta y se rompa, me pongo histérica, esas son mis fobias.
Así que como veis, había elegido el sitio ideal para vivir, vete a saber por qué...pues si, pensando pensando, resulta que lo se:
La torre francia se ve desde mi ventana. En realidad se ve desde cualquier punto de mi calle, y la mía es una calle larga.
Se eleva sobre todos los edificios de la ciudad rasgando el cielo, blanca, de lineas esbeltas, el doble de alta que cualquier otro edificio cercano. Por la noche las ventanas iluminadas y las luces de aviso para aviones parpadeantes, le dan un aire mágico, atrayente.
Se yergue como un faro con sus luces llamando tu atención, como diciendo: mírame, soy el colmo del bienestar, nunca estarás tan cerca del cielo como conmigo, aquí no hay ruidos, no hay coches, no hay niños chillando, sólo nubes y al fondo el mar. Si vienes a vivir aquí al piso 35, te garantizo un oasis en plena ciudad, con terraza, con plantas, con unas vistas que jamás soñaste, por encima de todos, por encima de todo.
Y entonces lo comprendí.
Me gusta la belleza, me gusta el placer, me gusta el bienestar.
Por eso una ignora a veces sus propias limitaciones y quiere vivir encima de las nubes, a pesar de que sabe que no se podrá asomar a la terraza a no ser que tenga una barandilla que le llegue al pecho y que cuando sople aire cerrará las ventanas aunque esté en pleno verano, y el retumbar de los cristales le retumbará tambien en el pecho.
Por eso una irá a París en cuanto pueda e intentará subir a la torre Eiffel, si al final lo hace, lo hará en ascensor, cerrando los ojos y cagada de miedo.
Por eso una se subió al London Eye pero fue incapaz de acercarse al cristal para hacerse una foto.
Una se empeña en hacer cosas que sabe que no debe porque a una le gustan las cosas bellas que te hacen sentir de maravilla, aunque más tarde, cuando ya "lo haya comprado" como el niño del Clío, comprenda que en su caso no es así.
Pero una quiere disfrutar como los demás, aunque sea sufriendo.


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