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jueves, 16 de septiembre de 2010

LA UNIVERSIDAD POPULAR (cof cof...)

Bueno,
el caso es que como ahora estoy desempleada, he decidido volver a las aulas, y por una vez, decido intentar beneficiarme de la oferta municipal que existe en cuanto a cursos y demás ( muy cortita, debo decir, en deportes practicamente inexistente).
Para lo cual, después de informarme convenientemente de los cursos que se imparten, los días y horas de matriculación y los horarios, me decido por dos de idiomas, inglés y francés.
Resulta que la matrícula hay que hacerla el mismo día, el inglés por la mañana de 10 a 13 y el francés por la tarde, de 16,30 a 19.
Muy bien, hoy, día señalado, me dirijo a la sede de mi barrio de la UP, sobre las 10 menos cuarto de la mañana, sospecho que ya habrá algunas personas esperando.
Cuando llego me encuentro una cola que llega hasta el final de la calle, todos jovencitos eso sí, de 60 para arriba, total que cuando me pongo en la cola, un " jovencito" vestido de blanco que está delante de mi me indica que tengo que ir a coger número primero dentro y luego ponerme a la cola otra vez, con el número.
Noto cierta sonrisa de satisfacción por su parte al ver mi cara de estupefacción, seguro que está pensando, vaya pardilla, esta es nueva.
A mi el tema ya me está empezando a paracer absurdo, porque digo yo que si te dan un número para que carajo es la cola, pero por no desentonar entro a por el número, me dan el 95.
Pregunto a una señora con pinta de progre con una carpeta,  que está en la primera fila si sabe por qué número van, y me dice que no sabe, que ella va detrás de una señora que ha entrado un momento a consum, vuelvo a sentirme ridícula con el número en la mano, pero vuelvo a mi puesto, al final de la cola que no se mueve.
11 de la mañana, la cola no parece avanzar y me está empezando a doler la rodilla derecha que tengo un poco lesionada, afortunadamente ya no soy la última ni la pardilla, ya que tengo bastantes personas detrás a las que me he encargado de informar del absurdo tema del numerito como hizo conmigo el señor de blanco.
De repente me entra una paranoia: resulta que como éste es un organismo municipal seguro que te piden el DNI y en el mío consta mi antigua direccíón de Madrid, seguro que no me quieren apuntar porque no se creen que ahora vivo aquí...
Total que como estoy muy cerca, decido irme a casa a por un certificado de empadronamiento que tengo allí, dejo a un gay madurito que tengo detrás encargado de cuidarme el puesto en la cola, aunque tengo el número todo sudado en la mano, pero en vista de lo visto prefiero no arriesgar.
20 minutos mas tarde regreso jadeante, para observar satisfecha que la cola ha desaparecido casi a la mitad, y que estamos practicamente en la puerta, el gay se encarga de informarme que él el año pasado vino a las 7 de la mañana para apuntarse a informática, pero que para inglés no ha querido, porque el ha estudiado 5 años de inglés, mientras me lo cuenta le miro ensimismada, pensando para que coño se chupa uno una cola de dos horas si tiene 5 años de inglés y se supone que lo debe hablar de maravilla, pero no digo nada, yo no pienso venir a las 7 de la mañana en ningún caso, ni aunque me regalen un boli, que es uno de los motivos más habituales por los que la gente hace cola.
11,45, estamos dentro, apenas quedan un puñado de personas, la rodilla ya me emite un pinchazo agudo cada 2 minutos exactos, repaso los horarios y días elegidos para tardar lo menos posible una vez dentro, y mientras, una señorita sudamericana me informa de que me darán un resguardo para que vaya a pagar la matrícula y que luego lo tengo que traer ( otra vez aquí, noooo) sellado por el banco...empiezo a flipar ya en serio y le digo que está todo muy desorganizado, ella me mira como si, literalmente, estuviera oliendo mierda y me da la espalda.
12 de la mañana, de repente se persona la tipa que nos ha dado el número para decir que ya no quedan plazas, que los que nos apuntemos quedaremos en la reserva, aunque, añade en tono compungido, es dificil que nos llamen, así que los que quieran que se vayan y los demás ahora les apunto en la lista, eso excluyendo a una barbie de la 3º edad con leggins y camiseta de tirantes, bronceado intenso, mechas rubias, gafas en la cabeza y pellejos colgando por doquier, a la que le dice:
Tu mari espérate ahí que ahora hablo contigo - evidentemente debe haberle reservado una plaza, en vista de lo que cuesta conseguir una, no quiero saber a cambio de qué...
De repente se me acerca el gay madurito blandiendo una hoja delante de mis narices y diciendo en tono de triunfo:
- En el Cabañal aún quedan plazas de inglés, aquí tengo la dirección y los horarios!
Oh Dios, pretende que hagamos pandi hasta el Cabañal para apuntarnos juntos, y quien sabe si compartir apuntes e incluso cotilleos sobre los modelitos de las compañeras...decido salir huyendo ya. Es demasiado, la rodilla me late y me siento como un personaje de una película de Almodovar, prefiero buscarme una academia y pagar un pastón, ahora recuerdo por qué nunca me apunté a ninguna de estas cosas, porque hay cosas que, creedme, no se aguantarían ni aunque te pagaran, menos pagando tú, aunque sean 30 euros.

2 comentarios:

  1. Hay un bar, prometo averiguar dónde está exactamente, donde los clientes hacen intercambios... ya, ya sé que así escrito esto suena muuuuy a intercambio sexual, pero no...
    hay ingleses que quieren aprender castellano, chinos que quieren aprender valenciano, franceses que quieren aprender castellano, valenciano o latín...
    la peña se junta y se montan grupillos para charrar e 'intercambiar' clases por la cara.
    Pero, bueno, de lo que te puedas encontrar allí... si en una cola, tú te has encontrado con todos estos especímenes, no quiero ni pensar lo que te puedes encontrar con una cerveza en la mano... deja, deja, mejor pagas una academia de 'toa' la vida.
    Besos

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  2. la semana que viene venis a cenar, ya veremos lo que hacemos, hablamos...
    Besos

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